El presidente ruso, Vladímir Putin, arribó este lunes a Teherán para reunirse con el líder iraní, Hasan Rohani, el principal aliado del Kremlin en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés).

Antes de su partida, dejó instrucciones para que se levanten las restricciones de su país para comercializar tecnología nuclear con el régimen teocrático que lidera el ayatollah Alí Khamenei, considerado por Israel como una amenaza directa contra su existencia si se le facilitan los medios para tener armas de destrucción masiva.

En el caso de Rusia, el decreto de Putin elimina las limitaciones para los suministros de objetos, materiales y equipos relacionados al uranio enriquecido.

En la práctica, la medida no hace más que ajustar las limitaciones previas al nuevo Plan de Acción Integral Conjunto, acordado en julio de 2015 por los mediadores internacionales del Grupo 5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia, EE.UU. y Alemania) e Irán, con el que se pretende saldar las diferencias sobre su polémico programa nuclear.