Todos tenemos en nuestro haber una sorpresa para contar. Habría que ver si hay alguna que supere la que tuvo Luciano Faggiano cuando acondicionaba un edificio para abrir un restaurante en la ciudad de Lecce, al sur de Italia. Al realizar algunas refacciones, observan que en el baño de la antigua construcción no funcionaba bien. Por ello, comienza a excavar en búsqueda de una tubería rota y se encuentra con un mundo subterráneo.

Durante la excavación hallaron un falso suelo que, al romperlo, aparecía un corredor de piedra que conducía a varias cámaras. Nadie podía imaginar que debajo del edificio de la Via Ascanio Grandi había uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del sur de Italia. Las obras de excavación se detuvieron hasta que fueron supervisadas por la Superintendencia de Patrimonio Cultural de Taranto, y con la dirección técnica de los arquitectos Franco y María Antonietta De Paolis.

Esto hecho sucedió en 2001. El restaurante nunca se inauguró. En su lugar funciona el Museo Arqueológio Faggiano, una atracción que hasta se puede ver en Google StreetView. Los visitantes descienden a las cámaras subterráneas mediante estrechas escaleras en espiral. Los ambientes están iluminados y protegidos mediante paneles de cristal.

Entre los hallazgos hay un monumento funerario de la cultura mesapia (año 273 antes de Cristo), los restos de un granero del imperio romano, y el sótano de una capilla donde los monjes franciscanos preparaban los cuerpos de sus fallecidos. También hay reliquias que van desde cerámica de la época anterior a los romanos hasta un anillo con grabados cristianos, artefactos medievales o frescos del periodo bizantino. Todo se ha clasificado, certificado y está expuesto al público en uno de los museos más curiosos y originales del sur de Italia.

Lo más curioso de todo es que la tubería rota que había originado el problema nunca apareció.

Este tipo de hallazgos casuales son más frecuentes de lo que parece en Europa e inclusive en Argentina. En el barrio de San Telmo, en El Zanjón de Granados, en el siglo XX, mientras su propietario intentaba recuperar esta casa de estilo italiano, hizo un hallazgo arqueológico: encontró los cimientos de una vivienda del siglo XVIII y objetos de la época colonial.