Motivado por un viejo libro y el deseo de captar en video destellos de misterio, me desplacé a la ciudad de Tandil en busca de una de las sierras más misteriosas y menos conocidas para la gran mayoría de los bonaerenses.

Cuando uno lee un libro, puede verse trasportado de diversas formas, en mi caso particular de manera literal. Animado por unas palabras escritas por Rafael Jijena Sanches, Folklorista y escritor nacional que decían; “En un lugar conocido como el Pozo del Diablo, en la sierra de las ánimas, Tandil, Buenos Aires., se cuenta que suceden cosas extraordinarias…”, me sentí interesado por visitar la “Sierra de las Ánimas”, así fue que subí a mi auto y me desplace a Tandil, encontrándome en el camino con la hospitalidad de vecinos que me contaron experiencias y relatos relacionados con la sierra.

Ciertamente la razón principal por la que emprendí el viaje, era saber que misterios seguían merodeando el imaginario colectivo de la zona, pero también ver cuánto había cambiado el lugar en relación con las palabras escritas por Sánchez en aquel libro de 1952.

Lo que encontré en aquella maravillosa sierra fue un panorama cubierto de matices que hablan por sí solos; la fuerza de la naturaleza, las leyendas o mitos criollos aun intactos y la implacable naturaleza del hombre en su accionar.