Entendemos que este problema es parte de los tarifazos que han cargado contra el bienestar de nuestro pueblo, y que han tenido respuesta en las movilizaciones y descontento social general.

Sin embargo el problema de las dificultades para el acceso a la garrafa social se transforma en un tarifazo para los que menos tienen. Un tarifazo que no se frenó y se paga cotidianamente. La escasez en el expendio directo al público de la garrafa social por parte de las embasadoras y distribuidoras, las dificultades para acercarse hasta las mismas para mucha gente sin vehículo, la enorme diferencia de precios que llega a más del doble del valor de la garrafa social en los almacenes de barrio donde mayormente termina acudiendo la gente, las dificultades y los valores inalcanzables de los envases de garrafa, así como el encarecimiento y la precariedad de otras formas de calefacción generan una situación que afecta directamente a los que menos tienen empeorando decisivamente la calidad de vida.

Esta situación requiere de una urgente intervención por parte de las autoridades municipales y en este sentido exigimos que: se interceda frente a las empresas embasadoras y distribuidoras en lo referente al abastecimiento necesario para la ciudad ya que las cantidades descargadas de garrafa social no cubren la demanda en una época de bajas temperaturas.

Al mismo tiempo se encuentre la forma de garantizar por parte del Estado Municipal la distribución de la garrafa social en los barrios de manera de viabilizar el acceso masivo y fortalecer el efecto del subsidio municipal correspondiente.

Pedimos también al municipio que fortalezca la asistencia de frazadas y vales de leña en los centros comunitarios.

Por último que tome las medidas necesarias ante avance del mercado de envases de garrafas mayormente comercializadas en negro y vinculadas al delito.