La policía allanó las oficinas de Mariano Benedit, el joven de 31 años que apareció muerto en la Costanera el pasado miércoles, y descubrieron que ésta había sido vaciada. Sólo quedaron teclados de computadora tirados en el piso. 

Consultando a vecinos del lugar, la policía descubrió que en esa oficina funcionaba una "cueva" donde se cambiaba dinero y cheques, pero bajo la fachada de una falsa agencia de turismo. 

“No sabemos si se mató, si lo indujeron a hacerlo o si lo asesinaron”, dijeron a los medios los investigadores.

Entre tanto, aún no apareció la moto con la que el hombre había salido de su casa el martes al mediodía y agrega más misterio.

La Policía allanó la oficina que Benedit compartía con su socio, que aún no declaró, ubicada en el piso 12 de Esmeralda al 1000, en el centro porteño. Allí funcionaba una “cueva” financiera. No encontraron siquiera libros contables.

En la casa de la víctima, en el barrio de Recoleta, secuestraron una computadora de Benedit. “Al analizarla descubrimos que muchos archivos habían sido borrados recientemente. Pero los documentos pueden ser recuperados por los expertos en informática”, aseguran los investigadores.