El hecho ocurrió en la ciudad de Chepes, a más de 300 kilómetros de la capital riojana, donde fue detenida Margarita Cuello, luego de que los médicos del hospital Luis Pasteur verificaran las heridas y profundas marcas provocadas por los golpes con un látigo que ella había fabricado con un cable.

La mujer quedó detenida por orden de la jueza de turno, quien al comprobar los hechos dejó al nene en resguardo de un familiar.

Apenas ingresó la denuncia al juzgado Yaryura caratuló el expediente como “Lesiones leves agravadas por el vínculo y la edad de la víctima”, quien comentó a los facultativos y a la policía que las marcas fueron realizadas por su madre con un cable.

Según trascendió de la investigación, algunos vecinos consultados le dijeron a la policía, al asesor de menores y a la propia jueza que el nene recibía este tipo de castigo “en forma habitual”.