A cinco minutos de cumplirse las 18, la ausencia del cura Luis Jesús Cortés llamó la atención de algunos feligreses. El padre Luis siempre llegaba a las 17.50 para dar la misa de los sábados pero esta vez no había noticias suyas.

El reloj marcó las 18 y los rostros de inquietud comenzaron a extenderse entre quienes esperaban el inicio del oficio religioso.

Después de una espera de 15 minutos, alguien lo llamó al teléfono fijo de la casa pero nadie atendió. Probaron con su celular y tampoco tuvieron suerte.

Fue entonces que unos jóvenes decidieron ir a buscarlo a su hogar. Cuando arribaron, ya había bomberos y policías. De la casa salía una densa humareda negra. El horror estaba a punto de descubrirse.

Una vez sofocado el fuego, los uniformados encontraron el cadáver del sacerdote en el interior de la casa. Algunos pensaron que había fallecido trágicamente producto de un accidente doméstico y de la inhalación del humo pero el religioso tenía las manos atadas en la espalda y en la casa había mucho desorden.

Foto: Resumendelaregion.com