La aparición de víboras venenosas yararás en patios y jardines de Yerba Buena, cerca de San Miguel de Tucumán, causaba preocupación en vecinos en esa localidad, donde un perro y un gato murieron a causa de las mordidas de los ofidios.

Las víboras fueron halladas principalmente en casas situados en countries y barrios privados de la zona norte de la avenida Perón, en cercanías del canal Cainzo. Según reportaron a medios locales los vecinos, se observaron a varios de los ofidios y un perro labrador, además de un gato murieron por el ataque de los reptiles.

El experto Gustavo Scrocchi, del instituto de Herpetología de la Fundación Miguel Lillo, consideró que los ofidios aparecen en los jardines porque las casas fueron construidas en su medio natural. "Los countries se están haciendo en zonas en las que vivían las yarará. La distribución de ellas es ahí. Si sacás el bosque y ponés la casa no significa que las víboras se van a ir. La zona de pedemonte, incluido Yerba Buena, es un área de distribución de la especie", indicó.

Scrocchi advirtió que "este año, además, ha llovido mucho, lo que hace que se inunden los lugares donde ellas viven y salgan. Pero no hay nada que haya ocurrido para que sea una situación particular". El experto indicó que la especie yarará no es la más venenosa entre las víboras que se encuentran en territorio argentino, pero sí la que mayor cantidad de accidentes produce, mientras que la cascabel posee un veneno más potente, pero es más tranquila y huidiza. "Hay más cantidad de yarará que de cascabeles en Tucumán, y son más nerviosas. No son agresivas, sino que no tienen mucha paciencia. La cascabel es más tranquila y cuando alguien se acerca, se va", sostuvo al respecto.