Tecnología
21 de Julio, 2014
Las aplicaciones móviles leen tus mensajes y tu agenda
09:00 | La mayoría de las «apps» de Android piden acceder a los datos del «smartphone» para poder descargarlas

¿Dejarías a una persona desconocida leer tus mensajes, explorar tu agenda e incluso llamar desde tu teléfono móvil siempre que quiera? La respuesta es simple: No. Sin darnos cuenta todos lo hacemos a diario.

Pero, la cosa cambia en otro entorno. Las aplicaciones móviles acceden a casi toda la información personal de nuestros «smartphones» sin que parezca importar a nadie. Y además lo hacen con el conocimiento del usuario. Bajo la fórmula de «Esta aplicación puede acceder a» se aseguran el permiso de los clientes de Android cada vez que se descargan una aplicación desde el Google Play. El funcionamiento es sencillo: la única forma de descargar una «app» es aceptando estos permisos, sean cuales sean, y la mayoría de la gente lo hace sin leer.

Google Master

Las aplicaciones no informan sobre qué hacen con los datos que almacenan

Este sistema, aceptado por todos como el único posible, cada vez está más cuestionado por algunas voces que ven en él un abuso. Un estudio de la Universidad de Georgetown ha concluido que las descargas actuales no protegen al usuario; solo a los desarrolladores. Tras analizar los permisos de uso de las 1.300 aplicaciones más importantes del «mercado» de Google, los investigadores valoraron que las «apps» «no informan de manera adecuada sobre el uso que harán con la información que almacenan».

Claro que no todas son iguales. Mientras algunas piden aceptar hasta 47 permisos, otras solo uno de los 126 que en 2013 estaban en la lista de Google. Permisos tan variados como el acceso a tu localización exacta, a que puedan enviar mensajes y realizar llamadas sin la mediación del usuario o incluso cambiar las contraseñas.

Un ejemplo: la app de la Linterna pide poder acceder a tus fotos y archivos

Un ejemplo clásico de cómo las aplicaciones de Android exigen autorizaciones muchas veces incomprensibles es la «Linterna». Esta «app» necesita, si alguien la quiere instalar, acceder al «Historial de aplicaciones y dispositivo» (ver información sobre la actividad, las aplicaciones que se están ejecutando, el historial de navegación y los marcadores) a las «Fotos/archivos multimedia/archivos», a la «Cámara/micrófono», a la «Información sobre la conexión Wi-Fi» (ver si está habilitada la conexión Wi-Fi y los nombres de los dispositivos conectados)» y al «ID de dispositivo y datos de llamada». Y todo para un aplicación sencilla como es la linterna.

Claro que no todas son iguales. No se puede comparar la seguridad que transmite un gigante como Google Inc. o WhatsApp a un desarrollador independiente que lanza una «app». Sin embargo para los investigadores de Georgetown el problema es el mismo: qué hacen unos y otros con esos datos.

En el estudio categorizaron las aplicaciones según qué tipo de datos pueden recopilar: aquellas que acceden a información que no sea personal, las que acceden a información del usuario pero no son datos que le hagan identificable y aquellas que pueden ver la información privada que identifica al propietario (la gran mayoría). La conclusión para el Pew Research Center, que ha analizado los datos de la Universidad de Georgetown, es clara: las aplicaciones recopilan demasiada información de los usuarios a partir de una variedad de permisos demasiado amplia.

El precio de nuestra privacidad

En Europa y Estados Unidos ya se han puesto manos a la obra para proteger la intimidad de los usuarios, si es que se pudiera ver comprometida. En España, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) está «examinando las condiciones de privacidad que existen en torno a las aplicaciones móviles más populares». Se trata de un estudio cuyas conclusiones se conocerán en Otoño y en el que están trabajando conjuntamente con autoridades italianas, inglesas, francesas y alemanas.

Pero aquellos que no quieran esperar pueden utilizar sus propios recursos para proteger su privacidad. Hay aplicaciones que permiten cercenar los permisos de uso de otras aplicaciones (una especie de quién vigila al vigilante de la película 'Watchmen'). Un ejemplo es App Ops, de la que ABC.es realizó un interesante tutorial en la que se explica cómo usarla para controlar de forma individualizada los permisos que usan las aplicaciones instaladas en Android.

La protección de la información privada se ha convertido en una preocupación de los usuarios, cada vez más concienciados de los perjuicios a los que se verían expuestos si alguien malintencionado accediera a sus datos. Como explica la empresa de seguridad Zscaler en un reciente informe, «el almacenamiento de información puede suponer un riesgo para la privacidad de los usuarios y de las empresas».

 

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