El objetivo de quedarse con la clasificación al Masters de Londres está cada vez más cerca para Juan Martín Del Potro. Esto es gracias a la buena victoria sobre el croata Marin Cilic (segundo preclasificado) por un doble 6-4 , que le dio el pasaje a la final del ATP 500 de Basilea, que se disputa sobre canchas duras bajo techo y reparte 1.837.425 euros en premios.

El tandilense, que comenzó el torneo en el puesto 19° del ranking pero podría llegar a terminarla 12º, necesita ganar el título para fortalecer sus chances de conseguir un lugar en el último certamen de la temporada, al que solamente acceden los ocho mejores jugadores del año.

Su rival para el encuentro decisivo será el local Roger Federer (2°), siete veces campeón en su ciudad natal, que en la final metió miedo: aplastó al belga David Goffin (10°), por un categórico 6-1 y 6-2 en apenas una hora de juego.

El comienzo de los dos fue muy flojo, aunque Cilic mostraba muchos más puntos vulnerables que Del Potro.

El croata no logró meter el primer saque en ninguno de los seis puntos del primer game, aunque lo pudo sacar adelante. En su segundo turno de servicio el porcentaje de primeros servicios del croata siguió bajo (18%, apenas 2 sobre 11). Encima cometió dos dobles faltas y el contador de errores no forzados llegó hasta 8. demasiados si se los compara con los 2 del el argentino. Todo esto combinado, terminó con el quiebre de Delpo para 2-1.

Era una buena oportunidad para marcar diferencias claras y generarle dudas al rival, pero en esa primera chance no pudo ser. Sin mucho en su repertorio, el croata recuperó rápidamente el quiebre y se las ingenió para mantener el marcador parejo hasta que ingresaron a la recta final del set, con el marcador 4-4.

Con el envión del primer set ganado y la insistencia de Cilic en colaborar para la causa (cuatro errores no forzados consecutivos), Del Potro quebró en cero en el arranque del segundo set. Luego ganó en cero con su saque y llegó a 10 puntos ganados en forma consecutiva para dejar a Cilic 0-2 en el set y 0-30 con su saque.

Del Potro pudo haber ampliado esa diferencia. Tuvo, y no pudo aprovechar, dos break points en ese tercer game, cuatro en más en el quinto y encima en el sexto llegó el quiebre del croata para dejar las cosas 3-3 y sembrar cierta incertidumbre. Pero Delpo respondió: volvió a tomar el servicio de su rival y, con el respaldo de su saque en los dos últimos turnos se llevó el partido y la clasificación a una nueva final.