Luego del terremoto que sacudió a la provincia china de Xinjiang, a finales de la década de 1990, los soportes de madera y túneles de las minas subterráneas se derribaron y dejaron sepultadas 118 personas bajo los escombros.

A casi dos décadas de aquel hecho, las autoridades chinas decidieron reanudaron las tareas de extracción en el lugar, pero se llevaron una sorpresa mayúscula: dentro de la mina fue encontrado Chan Wei, un hombre de 59 años, el único sobreviviente del terremoto. Inmediatamente fue trasladado a un hospital.

El motivo por el que Wei sobrevivió tiene que ver con que el canal principal de ventilación de la mina no fue destruido por los temblores de la tierra, lo que permitió el ingreso de aire fresco todo el tiempo. Por otro lado, también resultó intacto el almacén de raciones de emergencia, provisto de arroz y agua.

Durante todo este tiempo, el minero logró sobrevivir alimentándose también de las ratas que pudo cazar y del musgo que es una fuente importante de vitaminas.

Según trascendió, el milagro de la supervivencia de Chan Wei representa un récord histórico para la estadía de un hombre bajo tierra.