Un turista español murió el jueves en Florencia, en el norte de Italia, después de que le cayó una piedra de la parte superior de una de las naves de la histórica basílica de Santa Croce.

Tras el trágico accidente, se trasladaron de inmediato equipos de emergencia y miembros de la Policía Municipal. Sin embargo, no pudieron salvar la vida del hombre identificado como Daniel Testor Schnell, de 52 años, que vivía en Barcelona. Su mujer, que lo acompañaba en ese momento, entró en estado de shock y también tuvo que ser atendida.

Según los primeros reportes, el objeto cayó desde unos 20 metros de altura y era un fragmento de mármol que tenía 40 centímetros cuadrados.

La Policía de Florencia indicó que los agentes municipales se movilizaron al edifico, acordaron la zona del accidente y realizaron las comprobaciones necesarias para evitar nuevos percances. Asimismo, informaron que la iglesia permanecerá cerrada hasta el viernes.

Por su parte, tras constatar la muerte del turista, la fiscalía de la ciudad abrió una investigación por homicidio culposo.

"Estaba allí desde hacía 10 minutos y todo sucedió en el punto donde nos detenemos siempre para explicar", dijo el guía turístico Bernardo Randelli, que se encontraba en la Basílica de Santa Croce cuando el fragmento se desprendió del techo.

"Todo pasó a la altura de la tercera capilla gentilicia en la nave derecha. Me encontraba a unos 15 metros de distancia con los turistas que acompañaba cuando vi un pedazo de piedra caer. No vi el impacto pero escuché a una mujer, creo que la esposa, gritar", relató.

La basílica de Santa Croce, en el centro de Florencia, es una de las iglesias franciscanas más grandes del mundo. Su construcción empezó en 1294 y terminó en 1385.

La iglesia es conocida también por albergar las tumbas de algunos de los florentinos más célebres de la historia, como Migel Ángel, Galileo o Maquiavelo.