Nacionales
16 de Febrero, 2018
Un fiscal pide que los militantes que participaron en los incidentes en el Congreso vuelvan a la cárcel
08:44 | Habla de una "disciplinada y belicosa milicia dotada de estructura y organización semi-militarizada" y pide que el caso sea considerado "un alzamiento contra uno de los poderes del Estado"

El juez Sergio Torres había procesado a los militantes del Partido Obrero César Arakaki y Dimas Ponce por haber participado de los incidentes del 18 de diciembre pasado en el Congreso en la marcha contra la Reforma Previsional.

Primero los detuvo y luego, con el procesamiento los liberó. El juez consideró que, según las imágenes, no fueron ellos quienes hirieron de gravedad al policía de la Ciudad Brian Escobar. Ese policía aparece tirado y Arakaki y Ponce se le acercaron y le pegaron pero no fueron los que le produjeron las heridas en la cabeza.

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Torres los había procesado por los delitos de "lesiones en agresión, intimidación pública y atentado contra la autoridad, agravado por haber sido cometido a mano armada y por una reunión de más de tres personas" y dispuso la libertad.

El fiscal Carlos Rívolo apeló lo decisión de Torres de liberar a Arakaki y Ponce. Y esa apelación fue respaldada ahora por el fiscal ante la Cámara Federal Germán Moldes, quien pidió que los militantes del PO vuelvan a ser detenidos.

Moldes, en un escrito al que accedió Infobae sostuvo que "sobran los indicios que demuestran que Arakaki y Ponce revistan como cuadros o tropa de una disciplinada y belicosa milicia dotada de estructura y organización semi-militarizada y que, en tal carácter, participaron de las acciones del 18 de diciembre en la Plaza de los Dos Congresos, cuando se alzaron contra uno de los poderes del Estado para impedir que cumpla su función".

Y siguió: "De ese modo y teniendo en consideración los medios y dispositivos ofensivos con los que concurrieron a lo que se suponía no sería otra cosa que una 'manifestación pacífica' entiendo, con el Fiscal apelante, que tal como lo exige el código represivo nos hallamos frente al supuesto de quienes 'se alzaren en armas contra alguno de los poderes públicos del Gobierno nacional …' o procuren "… impedir, aunque sea temporariamente, el libre ejercicio de sus facultades constitucionales".

Nueva calificación

Pidió que se le cambie la calificación legal del caso y pase a ser considerado como un alzamiento contra uno de los poderes del Estado, algo previsto en el artículo 226 del Código Penal donde se contempla una pena de cinco a quince años de prisión.

Moldes explicó que "es que esa agresiva caterva –de la que los imputados forman parte- no actúa de manera inconexa ni desordenada. Por el contrario despliega una aceitada gimnasia apta para eludir el accionar policial echando mano a todo un rimero de elementos de camuflaje y disfraz con el fin de evadir la acción de las fuerzas del orden y una parafernalia de asistencia anterior, concomitante y posterior al desarrollo de su actividad criminal. Me refiero al auxilio y la participación orgánica de socorristas, profesionales, comunicadores y supuestas 'organizaciones sociales' prevenidas al efecto".

El fiscal eligió no comparar lo sucedido en el Congreso con otros casos del pasado reciente:"Alguien podría verse tentado a jugar con la coincidencia de una especie de maldición del mes de diciembre y comparar lo ocurrido el día 18 de ese mes con aquellas fatídicas jornadas del año 2001 o la seguidilla de conmociones decembrinas que tantas veces han producido saqueos, desórdenes, motines carcelarios o represión indiscriminada en la breve historia de nuestra joven democracia".

En cambio Moldes prefirió comparar aquella marcha con otros episodios: "Yo prefiero -dijo el fiscal-narrar una historia, si se quiere, más cortita; me basta para relacionar las desoladoras imágenes de este último 18 de diciembre con lo que, en el centro de la ciudad, ocurrió el primer día de setiembre pasado en ocasión de una manifestación convocada a raíz de las alternativas del caso de Santiago Maldonado o las que, en el mismo escenario en que sucedieron los hechos que aquí analizamos, alarmaron a la ciudadanía apenas cuatro días antes del de autos. Cada una de esas situaciones, tan similares y tan próximas en el tiempo, dejó ver una hueste que fue superando en capacidad organizativa, recursos elusivos del accionar policial, armamento, auxilio externo, brutalidad y violencia a las anteriores, como si esta facción de agitadores contumaces fuera acumulando aprendizaje y experiencia de cada uno de sus ataques, aumentando su abierto desafío a la Ley y provocando cada vez mayores estragos y depredaciones . La buena noticia es que ahora nos consta que Dios está atento y alerta, ya que sólo a la providencial intervención de Su mano milagrosa puede atribuirse que hasta la fecha no hayamos tenido que lamentar consecuencias letales".

"Fieras antisociales"

Moldes describió lo acontecido el 18 de diciembre pasado y se refirió no sólo a la agresión que padeció el policía de la Ciudad, Escobar. También hizo referencia al policía Federal Dante Barisone quien con su moto pisó a un cartonero y fue procesado y detenido.

Moldes dijo que: "El día de esta última salvajada estas fieras antisociales, enarbolando supuestas banderas que no eran más que la excusa que coronaba agudos palos utilizados a modo de lanza, sobrepasaron su propio record y poco les faltó para cubrir la luz del día con una lluvia de proyectiles obtenidos a fuerza de destruir a mazazo limpio cuanto bien del mobiliario urbano o del patrimonio cultural de la Nación se cruzaba en su camino. Así, con un fondo sonoro de intimidantes bombas de estruendo, provistos de elementos cortantes, arremetieron contra los vallados de contención y se abalanzaron como una furiosa jauría sobre los agentes del orden, (uno de los cuales al menos –todo hay que decirlo- también reaccionó con una respuesta de violencia tan injusta y desproporcionada que le valió el procesamiento y la prisión preventiva). El calvario que atravesó el oficial Escobar y el vergonzoso episodio de la motocicleta policial son escenas que quedarán en la memoria de todos durante mucho tiempo".

El fiscal agregó: "Pero no puedo pronunciarme sobre acontecimientos que están fuera de la materia de este recurso y lo que hoy y aquí nos toca examinar son las excarcelaciones concedidas a Arakaki y Ponce, integrantes de la turba atacante y yo creo que tales beneficios deben ser revocados. A medida que van tomando estado público las filmaciones de los acontecimientos la indignación y la perplejidad crecen porque crueldad y sadismo no parecen tener límites. Se respira el odio y el resentimiento como poderoso motor de tanta ferocidad".

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